La ULPGC lleva sufriendo desde hace varias semanas serios ataques informáticos, de los denominados DDoS (Ataques de Denegación de Servicio Distribuidos). Estos ataques están colapsando la conexión a Internet de la Universidad provocando que los servicios universitarios (web, campus virtual, etc.) dejen de funcionar, ocasionando las lógicas quejas de los usuarios que no pueden acceder a los servicios. Procedentes de diversos países del mundo (China, Rusia, Brasil, entre otros muchos), los efectos de estos ataques son enormemente difíciles de parar y de mitigar. Desde el primer momento, el personal del Servicio de Informática ha puesto en marcha toda su experiencia y los recursos de los que dispone para disminuir al máximo la duración de estos ataques, para lo cual no hay recetas mágicas, dada que su complejidad, magnitud y variabilidad a lo largo del tiempo no permiten establecer reglas fijas para su contención, por lo que cada día hay que establecer nuevos umbrales en los cortafuegos para adaptarse a la tipología de los ataques sufridos. Este trabajo ha logrado limitar los efectos de los ataques a una media de entre tres y cinco minutos de corte en el acceso a los servicios. Puestos en contacto con los organismos encargados de la seguridad informática en España y con técnicos de otras Universidades, nos comentan que en estos momentos se está sufriendo un ataque masivo que afecta a la mayoría de las entidades públicas. De estos ataques no suele hacerse publicidad, dado que este es precisamente uno de los objetivos que persiguen los atacantes. El proveedor de Internet de la red académica española nos ha confirmado este hecho y nos informa que actualmente está implantando una nueva infraestructura con una inversión de más de un millón de euros que permitirá una protección global ante este tipo de ataques, y que estará operativa este próximo mes de noviembre con lo que estos ataques serán rechazados con mayor contundencia.